El ya conocido eslogan Keeping Walking de esta marca ha contado decenas de historias en cada uno de sus spots publicitarios a lo largo de su historia, de hecho, el mismo nombre de la marca invita a pensar en un personaje más que en un producto. Con esto, la empresa escocesa ha sabido ser una de las que mejor saben contar historias a su público y en uno de sus últimos spots lo hace tal como una película.
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Más que un comercial, uno de los más recientes spots publicitarios de Johnnie Walker parece ser un cortometraje. De inicio su duración es mucho más larga que la de los spots habituales y la historia que se cuenta no gira alrededor de su whisky etiqueta azul sino de dos hombres que apuestan para adueñarse de un bote a partir de retos fuera de lo común, pues pretenden ganar la apuesta a través de un baile o de una historia.
El mensaje que la marca quiere transmitir es que el dinero no puede comprar una experiencia, sin duda, una manera efectiva de llegar al público de manera cercana centrándose en él y no en el producto.
El spot llamado El Hombre apostador (The Gentleman’s Wager) está protagonizado por el actor Jude Law y fue filmado en una isla de Londres en un formato parecido al de una película desde los diálogos, la fotografía y la ambientación.
Con este tipo de publicidad la marca escocesa demuestra que sabe contar historias en formatos no convencionales para generar un mayor acercamiento y engagement con sus clientes.